Slow Down Kit Personalizable

Slow Down está pensado para tardes y noches en las que sientes que el cuerpo ya está cansado, pero la mente sigue encendida. Es ideal antes de dormir, después de un día cargado, en pausas de respiración, meditación, lectura tranquila o cuando necesitas cambiar de “modo productividad” a “modo calma”.

No funciona como un sedante ni es un medicamento para dormir. Slow Down crea una atmósfera de calma, ayuda a bajar el ruido mental y a preparar el terreno para un descanso más reparador. El efecto real aparece cuando lo integras como ritual: respiraciones profundas, luz más baja, menos pantallas y un poco de intención.

Puedes usar el roll-on:

• 
  Detrás de las orejas: para equilibrio emocional y sensación de calma.
  
• 
  Muñecas: aplica y haz 3 a 5 respiraciones profundas acercando las muñecas a la nariz.
  
• 
  Sienes y cuello: para ayudar a liberar tensión acumulada.
  
• 
  Pecho o almohada (de noche): como parte de tu ritual previo al sueño (sin aplicar directamente en piel sensible del rostro).
  

La idea es que el aroma te acompañe mientras apagas el día, no solo aplicarlo y seguir corriendo.

El inhalador Slow Down está pensado como un “botón de pausa portátil”:

1. 
   Destapa el inhalador.
   
2. 
   Acércalo a una fosa nasal e inhala suavemente 1–2 segundos.
   
3. 
   Alterna con la otra fosa.
   
4. 
   Repite 2–3 veces y acompáñalo con respiraciones lentas y profundas.
   

Es ideal antes de dormir, en pausas de calma durante el día o antes de una práctica de meditación o respiración.

La bruma funciona muy bien:

• 
  15–20 minutos antes de dormir, rociando la habitación y ropa de cama.
  
• 
  Antes de leer, meditar o ver una serie tranquila.
  
• 
  En espacios donde quieras marcar el paso del “modo día” al “modo noche”.
  

Solo rocías a unos 20–30 cm de los textiles, dejas ventilar un par de minutos y permites que el aroma haga su parte.

Slow Down no sustituye terapia ni tratamiento profesional, pero sí puede ser un apoyo sensorial para quienes sienten agitación, rumiación mental o dificultad para “bajar” después de un día intenso.

Funciona mejor cuando lo integras a un ritual: respiración tranquila, menos pantallas, luz cálida y una intención clara de parar.

Puedes usar Slow Down también durante el día, por ejemplo:

• 
  En pausas de respiración consciente.
  
• 
  Antes de una meditación corta.
  
• 
  En momentos donde necesitas “soltar tensión” sin necesariamente dormirte.
  

Para la noche, simplemente puedes intensificar el ritual: más aplicaciones, bruma en el cuarto y menos estímulos.

Sí, pueden convivir perfecto:

• 
  Clarity para despejar mente y enfocarte.
  
• 
  Wake para momentos de energía y activación.
  
• 
  Slow Down cuando toca soltar, bajar volumen interno y descansar.
  

Lo importante es no saturar el cuerpo con demasiados aromas a la vez. Úsalos en distintos momentos según lo que tu día necesite.