El poder del aroma: cómo los espacios influyen en tu bienestar mental
En un mundo acelerado, donde el trabajo, la rutina y la sobreexposición digital pueden saturar los sentidos, los pequeños rituales diarios se convierten en una forma de equilibrio. La aromaterapia moderna ha evolucionado más allá de los aceites esenciales tradicionales, integrándose en formatos prácticos como las brumas hidroalcohólicas, que combinan funcionalidad, bienestar y diseño sensorial.
Las brumas Clarity, Slow Down y Wake son un ejemplo de esta nueva generación de productos. Formuladas en Colombia, reúnen aceites esenciales puros y fragancias funcionales para acompañar cada momento del día.
Wake, con su perfil cítrico–mentolado, está diseñada para las mañanas o momentos de activación. Aporta frescor, energía percibida y una sensación inmediata de ligereza ambiental.
Clarity, con notas de menta y eucalipto, es ideal para limpiar el aire y favorecer la concentración, especialmente en espacios de trabajo o estudio.
Slow Down, con su fragancia Honey Lavander, es perfecta para el cierre del día. Envuelve el ambiente con calidez melosa y calma la mente antes de dormir.
Cada una cumple una función específica, no solo aromática sino emocional: activar, equilibrar o relajar. Y lo mejor: su doble uso en ambientes y textiles permite incorporar la aromaterapia en lo cotidiano sin esfuerzo.